Divertido Video de Masajes…
Domingo, Febrero 6th, 2011DESVELAMOS LA REALIDAD SOBRE EL MITO DEL “HAPPY ENDING”
Hemos subtitulado el vídeo para que no os perdáis el feliz final mientras miráis el diccionario.
Thaidreams.es |
Viviendo en el paraiso |
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HOY TOCA TEMA DIDÁCTICO DEL MES DE JULIO:
PRECAUCIONES BÁSICAS PARA PASAR UNAS VACACIONES INOLVIDABLES EN TAILANDIA.
El pasado fin de semana, estuvimos comiendo en un conocido hotel de Bangkok, y encontré una hoja de recomendaciones para los turistas que visitan Tailandia. Estaba en Inglés por una cara y, por suerte para mí y para vosotros, en chino por la otra…
Una vez leída, encontré gran similitud con mis apreciaciones de Tailandia en materia de precauciones básicas a tomar, por ello he decidido publicarlo hoy en el Blog. Supongo que no lo necesitáis con vuestro nivel de chino, pero por si acaso, os lo voy a traducir al Español… Traduzco textualmente y luego os haré un par de comentarios.
” UN MUNDO DE PRECAUCIONES
Todas las grandes ciudades comparten la existencia de gente deshonesta a la caza del turista.
Pese a ser mucho más segura que la mayoría de destinos turísticos, Bangkok no es una excepción, por ello por favor dedique un momento para leer esto, y protéjase Usted de este tipo de gente.
Un bolso colgando del hombro o de la espalda es un objetivo tentador en cualquier lugar del mundo.
Los expertos en tirón de Bangkok operan tanto a pie como en moto, y son igual de adictos a sus enseres como en cualquier otro lugar. También roban bolsos o mochilas, que se encuentran descuidados en coches abiertos, como los Tuk-Tuks, en particular cuando están parados debido al tráfico. Por favor, tome las precauciones habituales, y asegúrese que grandes cantidades de dinero, objetos de valor, documentos irremplazables, etc. se encuentran a buen recaudo en la caja fuerte de su habitación o en la caja fuerte de la recepción del hotel – No los lleve en su bolso o bolsa de mano.
Tramposos o timadores se encuentran en Bangkok en una fascinante amalgama de tipos y tamaños. Todos son encantadores – desde los sonrientes boy scout que solicitan generosas ”donaciones” destinadas a sus propios bolsillos, hasta los ”policías fuera de servicio”, los ”profesores de universidad”, los taxistas, etc., se acercarán a Usted en lugares públicos e intentarán entablar cortésmente una conversación. Normalmente enseñan alguna identificación aparentemente genuina, e inexplicablemente, muchos turistas ven en esto una excelente oportunidad para hablar con un amigable local, y de mezclarse con personas tailandesas auténticas. La verdad es por supuesto que los ciudadanos tailandeses normales nunca le abordarán amigablemente por la calle para ”hablar con un turista”. La regla de oro a recordar es que si alguien lo hace, Usted puede estar seguro de que no sacará nada bueno de él – esa persona amigable, que le quiere ayudar educadamente pero sin Usted pedirlo, será casi con total seguridad un timador, comisionista o estafador. Si Usted va con él, o ella, lo hará bajo su propia responsabilidad y riesgo.
Usted puede ser llevado a ver diferentes lugares, luego robado, o introducido en juegos de cartas donde parece que es imposible perder. Sin embargo, lo más común es que le lleven a una tienda y le apliquen un elevado sobreprecio por productos de baja calidad o imitaciones. Sea particularmente cauteloso con las tiendas de joyería, las cuales utilizan unas técnicas de ventas especialmente convincentes, hasta para las personas más escépticas. Muchos turistas han perdido importantes cantidades de dinero ”invirtiendo” en piedras preciosas.
Sea precavido. La mayoría de los tailandeses son gente encantadora y honesta, pero extremadamente tímidos por naturaleza con los turistas. Por lo cual, si Usted se encuentra con un tailandés nada tímido, alguien amigable que quiere entablar conversación con Usted muy educadamente, que quiere saber de qué País es Usted… Cuidado. ‘‘
Yo añadiría un par más de precauciones, a una de ellas ya le dediqué una entrada completa en este Blog, se trata simplemente de tener cuidado con los carteristas, en su mayoría Katoeys (ladyboys) y llevar siempre la cartera en el bolsillo delantero del pantalón, igual que haríamos en cualquier zona turística de una ciudad europea.
Por la tarde a eso de las 12 preparé mi bolsa de viaje, una pequeña mochila con un cojín y un jersey para el viaje en autobús, unas galletas, mi Nintendo DS, el cargador del teléfono y poco más.
Me disponía a realizar lo que aquí llaman VISA RUN, o lo que es lo mismo, el incordiante viaje que se debe realizar cada mes, tres meses, o un año (según el tipo de visado que se tenga en el pasaporte) fuera de Thailandia, para luego volver a entrar en Thailandia regularizado para otro mes, otros tres u otro año.
Como conozco la zona, el hotel, y Thailandia es un País muy tranquilo, rechacé la amable oferta de los motoristas y me dispuse a alcanzar mi objetivo a pie (unos 12 minutos). A mitad de camino empecé a arrepentirme, al ver que de los diferentes terrenos colindantes a la calle por la que iba, salían cada vez más perros con cara de no ser los mejores amigos del hombre, o al menos, no del hombre que había rechazado tomar una mototaxi … Seguí adelante, ya que de pequeñito me enseñaron eso de “perro ladrador poco mordedor”, y parecía que la cosa funcionaba … hasta que me topé con un grupo de 3 perros que habían faltado a clase el día de los refranes, y uno de ellos se abalanzó sobre mí. Por suerte, llevaba la mochila (primera utilidad básica de la mochila) y conseguí en el preciso instante en que saltaba sobre mí, ponerla entre mí y una colección considerable de dientes. El resultado … ahora tengo mochila con ventilación, pero mantengo los dos brazos y las dos piernas intactas. Poco a poco me fui alejando de los perros, y en 5 minutos alcanzaba el hotel.
El visado de turista cuesta 20 Dólares (25 si se quiere tener listo esa misma mañana), o 1.000 baths (unos 30 dólares) si se paga con moneda local. Normalmente lo tienen listo al día siguiente por la tarde o en dos días, por lo que conviene hacerlo con tiempo.
En cuanto entro en Camboya echo mano del móvil, aprovecho para llamar y decir que estoy bien, y una vez que termino mi conversación no separo el movil de mi oreja ni dejo de hablar hasta llegar de nuevo a las oficinas de inmigración de salida de Camboya, que en este caso están justo en la acera opuesta de las de entrada que acabamos de dejar atrás. Con este sistema me suelen dejar en paz.
Así se quedó el pobre policía (que no su mujer) tras oir la historia de Dani